jueves, 13 de octubre de 2016

¡Adios a las Juntas de Conciliación y Arbitraje!

El trece de octubre de dos mil dieciséis, puede ser recordado en la vida jurídica mexicana como el principio del fin del peor órgano impartidor de justicia creado por la Constitución de 1917, debido a que la iniciativa del Ejecutivo Federal Licenciado Enrique Peña Nieto presentada al Senado de la República ha sido aprobada en lo general y enviada a la Cámara de Diputados.[1]

En México si le preguntan a cualquier abogado postulante (que no litigante) ¿Cuál es el órgano jurisdiccional menos eficiente? Seguramente responderá que Juntas de Conciliación y Arbitraje Locales (qué es el nombre que se les da en México a los tribunales del trabajo, un obsequio del socialismo priista.) Usted estimado lector tranquilamente puede esperar más de 5 años en un juicio laboral y probablemente se encuentre en el último tercio de su duración total.
  
Desde su creación se tuvo la nada brillante idea de que este órgano jurisdiccional no perteneciera al Poder Judicial, ¿La razón? El discurso Bolchevique adoptado por el Revolucionario Institucional, en donde el Trabajador es un ser inferior que merece las presunciones legales y la sobre protección del Ejecutivo. 

Dicho argumento constituye una flagrante violación al principio de igualdad procesal entre el trabajador y el patrón, reminiscencias de la "Dictadura perfecta", no obstante los tiempos cambian, el atraso innegable del desarrollo de la industria nacional y las mafias sindicalistas, laboralistas, y el anquilosamiento de las Juntas Laborales han sido su propio verdugo.

Puede presentar un escrito, solicitando desde copias, una aclaración, y transcurrir más de un mes sin que obtenga respuesta hasta recordarle al Presidente de la Junta que ya ha pasado casi un año, sin que se dicte una resolución final (laudo) en el juicio.

Cabe referir que desde finales del Sexenio del Licenciado Felipe Calderón Hinojosa, se reformo la constitución en su apartado laboral (artículo 123 Apartado A) para incluir diversas formas de contratación temporal y a prueba, previniendo las prácticas fraudulentas de pseudo -trabajadores que demandaban luego de una semana de labores y tenían derecho a tres meses de indemnización.

Cualquier persona, sin estudios de licenciatura, podía representar al trabajador en los juicios laborales, no así para el patrón, creando una mafia de los llamados "coyotes", gestores, negociadores o mercenarios dependiendo el caso, que sin una cédula de licenciatura en Derecho se dedicaban a representar trabajadores y eran ampliamente conocidos en las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje.

Lo anterior lo refiero con conocimiento de causa, pues en mis inicios fui contactado por un grupo de trúhanes que se dedicaban a encontrar trabajos en obras en construcción para después demandar un despido injustificado INEXISTENTE.

La reforma consiste en desaparecer las hasta ahora Juntas de Conciliación y Arbitraje y Convertirlas en Juzgados y Tribunales del Trabajo dependientes del Poder Judicial, como marca la lógica.

Les invito a realizar una lectura de sus cuerpos normativos, previo a lanzar voces o textos furibundos con fundamentos imaginarios e imprecisos.

La Suprema Corte del Acordeón

  En una segunda y final actualización respecto a la primera Elección Judicial celebrada en la República Mexicana, de nuevo unos datos:   ...